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RUTA BTT.ELTOYO-CTJO EL SERRANILLO-ELTOYO. 40 km

ELTOYO-CTJO EL SERRANILLO-ELTOYO. 40 km

 

A las 07,45 horas del 19-08-09, quedamos en las inmediaciones del Toyo Pablo, Paco, Ramón, Gabi (catalán que veranea en San José), Juanfran y yo; para realizar una salida en bici de montaña, adentrándonos  por Sierra Alhamilla.

Partimos a las 08,00 horas hacia Retamar Norte y subiendo por el Mesón de Castilla, cruzamos la carretera de Las Cuevas de los Medinas,  por el Toyo Aventura, al lado del Centro Penitenciario. Continuamos y pasamos por debajo de la Autovía, en fila india, por un tubo  de paso de aguas, y justo al asomarnos al otro lado, tienes la sensación de dejar la civilización para entrar en un desierto desconocido,  de no ser por los “investigadores y guías de la expedición”.

Por tramos de ramblas, senderos y algún trozo de asfalto, cruzamos cerca de las Cuevas de los Úbedas, después Los Juanorros, y así nos introdujimos en una rambla que a “trancas y barrancas”, con subidas, bajadas y demás penurias, fuimos ascendiendo por una zona de Sierra Alhamilla, hasta llegar a un Cortijo llamado El Serranillo, que por cierto estaba cuidado, y digo no abandonado, rodeado de chumberas, almendros, pinos, etc…, y una pequeña balsa que recibía el agua de algún nacimiento.

Al lado de esta balsa repusimos fuerzas con barritas energéticas, frutas y frutos secos, además de unos higos franciscanos que probamos de una higuera, que tenía un montón maduros y estaban buenísimos.

La llegada al Cortijo fue a las 10,00 horas,  tardando dos horas desde la salida del Toyo. Se hizo duro en algunos tramos, pero ya sabemos que  la satisfacción no llega si no hay sufrimiento y sacrificio,… “y esto no quiere decir que seamos masocas”. Pero la verdad sobre esto, creo que radica en lo que dice cualquiera que aprecie el deporte,- que si no llegas fatigado y cansado, parece que no has hecho nada-  así que 20 km prácticamente de subida, con un buen desayuno, nos ayudó a afrontar el regreso, iniciando el mismo  a las 10,50 horas.

La vuelta a casa desde la mitad de esa sierra fue rápida, dura y tortuosa; pero también hay que decirlo,  gracias a la prudencia, a la destreza y a la confianza que depositamos en los que conocen el terreno, no hubo que lamentar ninguna caída grave;si bien Juanfra se hizo un corte en la pierna derecha con los dientes del plato y dijo de darle solución con "pegamento",  pensando los demás que andaba mal de la azotea ( pero que es verdad que utilizó pegamento para unir la herida- yo lo he visto); después  vinimos a salir  cerca del vertedero de residuos de Almería, al lado de las Cuevas de los Medinas.

Cansados y deshidratados, paramos en el Bar “Los Castaños”, llegando sobre las 11,20 horas,  donde nos tomamos un par de cervezas frías, otros pidieron tintos de verano y alguna coca-cola, todo esto con sus correspondientes tapas…. 

Esto parece la recompensa del trabajo realizado, pero la verdadera recompensa son las buenas sensaciones que nos quedan en nuestro interior después  de hacer un buen rato de deporte por unos parajes naturales, que en la mayoría de los casos no veríamos nunca de no ser de este modo y además disfrutando de la compañía de unos buenos amigos.

En los álbumes dejo algunas fotos de este día.

Hasta la Próxima. Manolo.

RUESCAS-CARBONERAS-RUESCAS. 84 km

A las siete de la mañana del viernes 14-08-09, quedamos en Ruescas: Paco, mi hermano Ramón, Pablo y un servidor. Dispuestos a hacer una ruta, como dice la gente de Almería “bonica”;  desde Ruescas a Carboneras y vuelta.

A esta misma hora pasó por allí  Antonio Gutierrez, también con su MONDRAKER, para decirnos  “buenos días”, preguntar a donde íbamos, y cuando le dijimos CARBONERAS, cambió de color y empezó a buscar hierro en cualquier parte de su bici para contrarrestar las malas creencias de sus supersticiones y diciendo frases tales como ¡UH…., YA HEMOS ECHADO EL DÍA!…  salió de allí casi sin despedirse.

Iniciamos la ruta por Rambla Morales hacia El Barranquete, siguiendo por carretera hasta Los Albaricoques, de allí a Los Martínez, después  hasta Fernán Pérez por senderos y caminos próximos a La Serrata, atravesamos el pueblo y cruzando la carretera  creo que tomamos una pista de tierra,  más bien picando hacia arriba.

Tras un buen rato de pedales y después de atravesar por caminos y senderos que Pablo había pasado en otras ocasiones, nos adentramos en una pequeña rambla, sin camino, cubierta de vegetación, sobre todo hinojos, que nos arrastraban a los cuatro, en fila india hasta una especie de desfiladero excavado por el agua y abriendo  el paso hacia el mar. Este tramo es una pasada (hicimos alguna foto que dejo en el blog).  Al salir de esta rambla y cruzar unas canteras enormes de arena, creo que nos incorporamos a una carretera  que  estaba próxima a la fábrica de Cemento y La Térmica de Carboneras, llegando a su paseo Marítimo a las 09,20 horas.

Desayunamos lo habitual en estos casos, barritas energéticas y plátanos; de este modo cambiamos el peso de la espalda a la tripa y seguido nos preparamos para el regreso.

De vuelta llegamos hasta el cruce del Llano de Don Antonio, desviándonos a la izquierda,  pasando por un tramo llamado “Vía Verde”, que según Pablo es una vía férrea en la cual transportaban yeso desde Sorbas hasta carboneras para su embarque en el Puerto; hoy en desuso y habilitada para nuestras rutas ciclistas, senderismo, etc

Pasamos  por carreteras secundarias, muy poco transitadas por vehículos y con buen firme  de asfalto para sacar buenas velocidades medias con estas máquinas de montaña.

Algunas veces más hemos coincidido en el tramo de carretera entre Los Albaricoques y El Barranquete, y este si que lo aprovechamos para estirar músculos y hacer subir las pulsaciones; pues  son unos 6 km en los que no nos damos ni un respiro hasta que llegamos a Rambla Morales.

Llegamos a Ruescas en una hora y cuarenta minutos,  recorriendo una distancia en el regreso de más de 40 km….y dijimos: Por lo bien que lo hemos hecho nos tomaremos unas Cervezas y tintos de verano en el  BAR RACING, que nos sentaron muy bien, por cierto.

Hasta la próxima.Saludos.     Manolo Blanes.

RUTA TOYO-RUESCAS-SALINAS DE CABO DE GATA. ALMERÍA

RUTA TOYO-RUESCAS-SALINAS DE CABO DE GATA. ALMERÍA. 35 KM

 

Teniendo en cuenta que nos encontramos en una de las zonas geográficas más privilegiadas de la Península Ibérica para practicar deporte con bici de montaña, como es el sureste español y concretamente el Parque Natural de Cabo de Gata y la periferia  de este; nos disponemos a realizar una ruta que parte desde el Toyo-Retamar.

Como quiera que esta urbanización es frontera natural  con la parte más occidental del Parque Natural, es un buen lugar para iniciar la marcha.

El itinerario a realizar nos va a llevar unas tres horas aprox.,  cubriendo una distancia entre 35 ó 40 km; así que quedamos Juanfran  (un buen amigo), y yo mismo sobre las 08,00 horas, equipados adecuadamente con casco, guantes, culotte, agua y alguna barrita energética y por supuesto un par de buenas bicis.

Salimos dirección Cabo de Gata por la costa,  el camino es pedregoso pero practicable, dejamos la ermita de la Virgen del Mar y Torregarcía a nuestra derecha, así como los restos arqueológicos de una industria de salazones romana.

Cruzamos la rambla de Retamar, y si echamos la vista a la izquierda observamos una especie de  chimenea, que no es tal cosa, sino un pozo en donde la gente del lugar se abastecía de agua potable; y si nos fijamos en esta obra, podemos ver varias puertas, que las han ido poniendo durante el  transcurso del tiempo, por la erosión diferencial del terreno a causa de las intermitentes lluvias torrenciales habidas. Hoy día el pozo está seco, pero recuerdo siendo niño cuando venía con mi padre a sacar agua.

Continuamos pedaleando y llegamos a Rambla Morales, en su desembocadura, donde existe un humedal en el que habitan algunas familias de flamencos y otras especies de aves acuáticas. Sin cruzar la rambla, giramos a la izquierda, remontando el margen derecho, entre taráis, cañaverales, dunas y caminos arenosos hasta la carretera. Pasamos debajo del puente, continuando un km  por la rambla y saliendo hacia la derecha, entramos en  Ruescas. Frente al taller mecánico de Manuel García, nos dirigimos por una pista de tierra hacia la pequeña sierra de Cabo de Gata, dejando a nuestra izquierda una valla metálica que delimita el Centro de Experiencias Michelin, donde  grandes máquinas prueban neumáticos a diario.

Sin dejar el camino nos dirigimos hacia el paraje denominado el “Pozo del Cabo”, diseminado de pequeños cortijos  y viviendas que algunas siguen habitadas y protegido todo esto por la típica “chumbera” y alguna que otra higuera.

Desde estos cortijos, nos dirigimos a las Salinas de Cabo de Gata, en donde aún se  extrae sal, pero que la importancia de este entorno natural, radica en la gran comunidad de especies acuáticas que habitan la zona, como flamencos, grullas, etc.., también es magnífica la vista de las montañas, de origen volcánico que descienden bruscamente al mar.

Nos importa la ruta que hemos elegido, porque es amena, entretenida y fácil, pudiéndose realizar por cualquier persona que se lo proponga, pues aquí apenas hay subidas, ni descensos, ni senderos peligrosos o arriesgados. Así que donde nos hemos quedado observando las aves,  montañas, etc.., reponemos fuerzas con una barrita energética, dejamos constancia del momento con algunas fotos (sobre todo para poner los dientes largos a los conocidos) y nos disponemos a regresar, pero ahora tomamos la carretera hacia la barriada de Cabo de Gata, disfrutando de la brisa marina o aguantando el sol de justicia de agosto en Almería.

Cruzamos la población por su Paseo marítimo, atravesando después la playa de El Charco, por camino, hasta la Rambla Morales que en su llegada al mar tiene un tramo de 200 metros de arena que cruzas empujando la bici o subido si puedes.

Desde aquí nos quedan unos 8 km hasta nuestro lugar de partida; la ruta se acaba y creo sinceramente que nos deja sensación de bienestar para repetir y ampliar distancias, subidas y descensos en la que podernos recrear.

Esta zona también es perfecta para hacerla corriendo tipo trail o andando tipo senderista.

 

Saludos a los colegas. Manolo.

 

 

 

Subida al Colativí en Bici de Montaña

Subida al Colativí en Bici de Montaña. 60 km

 

Vaya tela con la subida al Radar del pico del Colativí, en Sierra Alhamilla, Almería. Con una altura de 1380 m aprox., 6 amigos nos plantamos allí a las 11,15 horas del 22/07/09.

 

Pablo, Ramón (mi hermano), Paco y Manolo (un servidor), salimos desde el km 21, a las 07,45 horas en gasolinera de Carrión, se incorporaron a la marcha en la entrada de Nijar otros dos amigos, Manolo y Andrés de Campohermoso.

 

Cruzamos Níjar y subimos hasta Huebro, para desde allí por una pista de tierra a la derecha continuar dirección Colativí.

 

Después de un buen rato de subida, paramos a tomar algo de alimento y coger agua en el Cortijo Vargas, donde  hay un ejemplar de pino bestial y centenario (uno de los pocos en kms a la redonda.

 

Continuamos la ruta hasta llegar al pico previsto sobre las 11,15 horas. Las vistas desde este lugar son magníficas, pues permiten ver hacia el sur todo el Golfo de Almería, Campos de Níjar y la Sierra de Cabo de Gata (el Parque Natural).

 

Hasta aquí, creo que todos satisfechos, unos por volver a subir, otros por subir la primera vez y otros por acabar la faena….

 

Yo creo que llevaba alimento en el cuerpo para bajar por donde había subido; pero ahí estaba el Técnico en investigación de rutas de montaña, mi buen amigo Pablo. Desde el mismo Colativí, se dejó caer por su cara Sur, por una especie de cortafuegos, impracticable y salvaje….pensé, ¿sabrá este tío lo que está haciendo?. Ahora creo que sí, pues de otro modo no estaría escribiendo esto.

 

Continuamos ladera abajo, conectando cortafuegos con pistas llenas de socavones, trialeras y senderos, además de cientos de metros de campo a través. Yo, gracias a Pablo, que es una gran persona, llevaba su 2ª máquina de hacer km, que es una MONDRAKER azul de amortiguación delantera, y sin calas automáticas (no se explicarlo de otra manera); los demás con los pies trabados a las bicis, excepto cuando no había más remedio que bajar de la misma y hacer varios tramos andando, pues era imposible ir subido; seguimos avanzando, detrás de Pablo y Paco que eran conocedores de la zona, llegamos hasta un Cortijo, que había una balsa de agua, que se abastecía de un diminuto hilo del líquido elemento, tan necesario y esencial en estos casos, pues pasábamos de las 12,30 horas, se superaban los 42ºC y apenas nos quedaba agua (mal rollo en estas situaciones)….. así que casi apartando ranas y algas, nos refrescamos, llenamos las mochilas de agua y particularmente bebí hasta saciar plenamente mi sed.

 

Como cualquier historia debe continuar, y así lo hicimos; entramos ya en zona de ramblas y senderos hasta algunos tramos entre invernaderos, siempre buscando llegar lo más próximo al km 21 (lugar de salida y bar para beber cerveza).

 

Hacía tiempo que no me daba un tute tan fuerte en bici, necesitaba energía, alimento, algo para reponer fuerzas, pues sólo con agua apenas podía darle a los pedales. Pensé entonces ¡vaya grupo más duro y fuerte con el que voy!, y quiero resaltar a mi hermano, que todavía con  volumen superior al de los demás está  hecho un "animal", pues me dio una clase magistral de que "el que quiere puede".

 

Cuando pasamos por una zona a la que mi hermano denomino "CUESTA DEL EUCALIPTO SECO",  me di cuenta de lo inhóspito que puede llegar a ser un lugar, sobre todo en pleno julio a más de 40º, en Almería, con la poca agua que te queda, hirviendo en tu espalda y, además sabiendo que aún nos faltaba más de media hora hasta los vehículos.

 

Por fin llegamos, dije ¡vaya calvario!; pero a la vez piensas ¡estoy satisfecho!, y te preguntas ¿cuando saldremos de nuevo?, espero que pronto y no dar tiempo a que las agujetas se salgan con la suya….

 

El recorrido fue de 60 km, de los que 28 fueron subida y los otros 32 de “locura”…¡Dios Santo! – como dice Matías Prats, el de informativos de Antena 3-

 Seguramente será que no estoy acostumbrado a estos repasos de bici de montaña por esos tipos de montaña.

 

Nos tomamos unas cervezas y algún tinto de verano en el Bar de Carrión, allí sí que se estaba bien y a gusto. Eso era lo más parecido al CIELO en aquel momento.

 

Saludos para Pablo, Paco, Ramón y a los que no se vinieron por la cara SUR del Colativí- Manolo y Andrés.

 

Manolo Blanes.